Los precios del oro lograron moderar sus pérdidas tras caer más del 2% desde un récord histórico, influenciados por una ola de ventas desencadenada por los nuevos aranceles a las importaciones impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este panorama afectó la confianza de los inversores y generó movimientos significativos en el mercado financiero global.
El oro al contado cerró con una baja del 0,85%, situándose en $3.106,99, después de haber alcanzado un máximo histórico de $3.167,57. Mientras tanto, los futuros del oro estadounidense registraron una caída del 1,4%, cerrando en $3.121,70. Analistas atribuyen este comportamiento principalmente a la toma de ganancias y las llamadas de margen, mecanismo financiero que obliga a los inversores a ajustar sus posiciones debido a pérdidas en otras áreas del mercado. Según Peter Grant, estratega senior de Zaner Metals, “la liquidación del mercado impulsó a los inversores a buscar oportunidades de compra durante la caída”.
El impacto de los aranceles también se reflejó en la fuerte caída de los mercados financieros, generando preocupación entre los analistas sobre posibles efectos adversos en el crecimiento económico. No obstante, la tendencia general del oro se mantiene al alza, acumulando ganancias de más de $500 en lo que va del año. Expertos prevén que las adquisiciones de los bancos centrales continúen siendo un factor clave en el apoyo al repunte del oro, diversificando reservas frente a los riesgos asociados con las políticas de Trump.
Otros metales no estuvieron exentos de las fluctuaciones. La plata cayó un 5,9%, alcanzando $32,01, su nivel más bajo desde el 4 de marzo, mientras que el platino perdió un 3,2%, y el paladio retrocedió un 4,2%, situándose en $951,87 y $929,43 respectivamente. A diferencia del oro, la plata muestra mayor sensibilidad a las variaciones del mercado debido a sus múltiples aplicaciones industriales.
Fuente: Reuters